sábado, 21 de junio de 2025

Por estar preparado

 Por estar preparado


Por estar preparado
yo todo lo hago.
Por estar preparado.

Practico y aprendo
para estar dispuesto:
estoy entrenado.

Cuando a mí me toque,
cuando suba al estrado
estaré preparado.

Me sé la canción,
la letra he estudiado,
preparé la voz...

Y canto. Yo canto
y es una oración;
¿O quizá un pecado?


CANCIÓN

viernes, 20 de junio de 2025

Al Marques de Santillana

 Al Marqués de Santillana

(En honor a mi paisano, el Marqués de Santillana)

Busto del Marqués de Santillana en el Paso de Fernández Iparaguirre. Guadalajara.

Al Marqués de Santillana


Íñigo Mendoza, 
el de Santillana, 
que cantó a la moza, 
la bella serrana.

De letras sabido,
de buen guerrear, 
valiente, garrido, 
muy ducho en amar. 

En su choza goza
mucho se alboroza, 
junto a la vaquera.
Con el alba huyera
y la quinceañera
entonces solloza...

En Carrión nacido
fundó un Infantado
de noble apellido,
de grande legado.

De tan buen vasallo
de varón cumplido
es más lo que callo
que lo que te digo.

Fue amable y guerrero
noble y justiciero,
persona completa:
por noble y poeta,
y por caballero.


CANCIÓN



Casa natal del Marqués de Santillana en Carrión del los Condes.


Serranillas

Serranilla VII
La vaquera de la Finojosa


 Moza tan fermosa
non vi en la frontera,
com'una vaquera
de la Finojosa.

    Faciendo la vía 
del Calatraveño
a Santa María,
vencido del sueño,
por tierra fraguosa
perdí la carrera, 
do vi la vaquera
de la Finojosa.

    En un verde prado
de rosas e flores,
guardando ganado
con otros pastores,
la vi tan graciosa,
que apenas creyera
que fuese vaquera
de la Finojosa.

 
    Non creo las rosas
de la primavera
sean tan fermosas
nin de tal manera;
fablando sin glosa, 
si antes supiera
de aquella vaquera
de la Finojosa;

    non tanto mirara
su mucha beldad, 
porque me dejara
en mi libertad.
Mas dije: «Donosa
-por saber quién era-,
¿dónde es la vaquera
de la Finojosa?»
    Bien como riendo,
dijo: «Bien vengades,
que ya bien entiendo
lo que demandades; 
non es deseosa
de amar, nin lo espera,
aquesa vaquera
de la Finojosa».



Serranilla del Arcipreste de Hita (Museo del Arcipreste. Hita. Guadalajar)

jueves, 19 de junio de 2025

El ojo que veis

 El ojo que veis

NOTA DEL AUTOR.

Sobre un proverbio de Antonio Machado en Nuevas canciones, publicado en 1924, construyo este poema en mi convalecencia tras la operación de un agujero macular. La operación resultó complicada y finalmente resultó una pérdida de visión considerable. Cabeza abajo y con dificultad para ver y sujetar el papel, escribí estos versos.

Respondo con ella a todos aquellos que me manifestaban lo bien que veían mi ojo recién operado (apenas con un ligero derrame); mientras yo les intentaba explicar que, por dentro, en mi retina no veían nada en la zona de máxima definición: la mácula.  

Azulejos del monumento a los Ojos en la carretera de Carabaña a Orusco de Tajuña. Madrid.


El ojo que veis no es
ojo porque tú lo veas:
es ojo porque te ve.

Ojo verde este que veis
que mira ya sin que os vea
advierto si no no sabéis.

No mires que lo que ves
no es la parte que recrea
el mundo puesto al revés.

Es ciego, tú no lo ves;
solo ves lo que está fuera
lo de dentro no, ya ves.

Por más que mucho miréis
nada veréis desde afuera:
mi daño no notaréis.

De mis ojos no sabéis
más que el aspecto de fuera
(por dentro, vos, no los veis)

De mi ceguera diréis:
¡No es para tanto, exagera!
Mirad sus ojos ¿los veis?

Y es el caso, yo lo sé,
que existen otras cegueras
con esta nada que ver.

No juzguéis, si no sabéis.
No juzgues lo que no veas
si no puedes ver a través.

Por más que ciego me halléis;
tal vez me aplique y yo vea
las cosas que vos no veis.

Por el apoyo que des:
¡gracias! y al que se ceba
en mi dolor ¡que le den!

Consejo: que valoréis
el sentido que "recrea".
A Santa Lucía recéis.


CANCIÓN 


miércoles, 18 de junio de 2025

Ciberpoema

 Ciberpoema


Un día la máquina escribirá un poema. 
Y será un poema perfecto, inmejorable.
Acometerá el reto que había postergado
con su flamante software actualizado. 

La máquina examinará sus bases de datos. 
Abrirá la carpeta de tu nombre,
desplegará los campos, hará clic en "tus sentimientos",
sumará frecuencias y elegirá la emoción más intensa

Buceará en el tesauro digital de las palabras,
iniciará sus enormes diccionarios,
apilará sinónimos en matrices incontables
ordenadas por índices de compatibilidad.

Instalará los diccionarios de rimas
eligiendo la opción de consonancia,
millones de secuencias alfanuméricas
serán comparadas al instante.

Abrirá el catálogo de estructuras poéticas
buscará un esquema que cuadre con la idea
proseguirá enlazando frases de sintaxis perfecta
aplicando series infinitas de álgebra booleana 
que pasará por los filtros de reputación,
hasta llegar a la solución inapelable.

Hará un feedback si no encuentra salidas
ante un índice de calidad débil, 
volverá a un verso de reciente indexación
y lanzará un nuevo proceso de compatibilidad.

Activará en algún momento el algoritmo de "sorpresa",
arrancará ocasionalmente las series aleatorias;
esto dotará el poema de pulso imprevisible,
de la humana cualidad del desatino.

Ajustará finalmente porcentajes
de palabras, categorías gramaticales, 
emociones, metáforas, figuras...
que comparará con la biblioteca universal de los poemas. 

Y si, logra una puntuación favorable, 
mayor que 99,9 %.
volcará en la pantalla un poma
pulcro, perfecto, incontestable.
Y después pedirá pulsar "me gusta", 
pero ya nadie lo leerá. No habrá poetas.


CANCIÓN


martes, 17 de junio de 2025

Poema pequeño

 Poema pequeño


Hoy mi poema será pequeño, 
estoy cansado; rendida el alma,
molido el cuerpo busco la calma;
tras la vigilia yo anhelo el sueño.

Más no por eso ceja en su empeño
la voluntad que rima y empalma
verso tras verso, junto a la palma
cumple la pluma su desempeño.

Contra el cansancio yo me remango
Ante el enredo y mi barullo
me llamo al orden, alzo mi orgullo.

Así, despacio, los voy juntando,
los voy midiendo, los voy rimando.
Y finalmente, por fin, concluyo.


CANCIÓN


lunes, 16 de junio de 2025

La utilidad del poema

La utilidad del poema 



Un poema sirve para pensar:
lo construyes en tu mente
convocando los recuerdos,
ordenando las ideas,
probando alianzas de razones
que buscan maridajes perdurables.

Un poema sirve para sentir:
es barajar emociones;
mostrar afectos, 
repartir penas,

regalar alegrías, 
acercar caricias
y jugar con las sorpresas.

Un poema sirve para curar;
es terapia de papel y pluma,
receta de los milagros...
El principio activo de los versos
es la humilde medicina del alma,
dosis de palabras que alivian y sanan;
conjuro en papel que vivifica el espíritu.

Un poema sirve para hablar
en primera o segunda persona:
contigo, con Dios, con uno mismo;
con él desconocido que se hace tú;
con otro yo, o yo mismo en todo tiempo.

Un poema sirve para soñar,
para armar edificios imposibles,
para imaginar lo que nunca vimos, 
y dibujarlo en el papel con las estrofas;
para iluminar lo que se apagó
para apagar lo que brilla demasiado.

Un poema sirve casi para cualquier cosa; 
pero no vale para hacerse rico,
ni perseguir la gloria en el instante,
solo, acaso, para vivir pobre,
para tener poco, 
para luchar mucho y 
para ser el secreto guardián
de una rara felicidad.


CANCIÓN



domingo, 15 de junio de 2025

Quijote

 Quijote 



Acaso Rocinante no quisiera
ser Bucéfalo ni, quizás, tu lanza
deseara ser verdugo en la matanza
de molinos o gigantes, lo que fueran.

Quizás tu escudero Sancho Panza
no ansíe tanto la ínsula extranjera.
Quizás los pellejos vino fueran
y Dulcinea te niegue la esperanza.

Pero yo, mi querido caballero,
al alba por caminos de locura
cabalgo decidido y justiciero.

Yo te abrazo, caído, con ternura.
Y privado de razón así te quiero:
razón sin ilusión nunca se cura.


CANCIÓN