sábado, 24 de diciembre de 2022

Si fuera un pastor

 


Si fuera un pastor

daría una oveja

un queso, una flor;

si fuera un pastor...


Si yo fuera Rey:

Incienso, la mirra, 

y el de oro de ley;

si yo fuera Rey.


Si fuera la Estrella

mi brillo daría,

mi luz que es tan bella;

si fuera la Estrella.


Si mula o si buey:

aliento, calor,

mi paja también;

si yo fuera buey.


Si fuera un viajero

mi capa, el bastón,

también mi sombrero;

si fuera un viajero.


Si fuera un zagal

algún pajarillo,

mi caña y sedal;

si fuera un zagal.


Si fuera un burgués

yo te compraría

Cien juguetes, cien;

si fuera un burgués.


Pero soy poeta:

Nada en los bolsillos, 

nada en mi chaqueta.

Te doy mi poema.

lunes, 12 de diciembre de 2022

Villancico del montrisco

Villancico de Montrisco



Solo en su cabaña

Montrisco la ve

tras una montaña

camino a Belén.


La estrella le llama:

- ¡Ven, Montrisco, ven

y deja ya la braña 

 que ya va a nacer!


Se pone una capa,

se abriga muy bien 

es fría la etapa

que queda a Belén.


Sandalias de esparto

y calzas de piel;

morral con un cuarto

de migas y miel.


Al cinto un cuchillo

un gorro en la sien;

al hombro un hatillo

con una sartén.


Un viento asesino

le empuja en vaivén.

Nieva en el camino.

Hay hielo en Belén.


Le asaltan los lobos,

un oso le ve,

una gris serpiente

se enrosca a sus pies.


El río crecido

sin puente lo ve.

Los puertos cerrados.

Los pasos también.


Veintitrés bandidos,

que solo le ven,

están escondidos 

tras un terraplén.  


Allá en la posada

no le miran bien:

nadie quiere nada

de aquel montañés.


La guardia de Herodes

ya formó un retén.

Le buscan, feroces,

por todo Belén.

 

Se cuela en la aldea

y en un santiamén,

antes que lo vean,

le da el parabién.


Se asusta, se espanta,

José que lo ve.

María protege

al niño, su bien.


Le ofrece, aunque es pobre,

un poco de miel,

la leche de un odre:

- ¡Ten, mi niño, ten!


El niño sonríe,

mirándole a él;

y se calma el viento

y el frío se fue...


Y huele a tomillo,

a romero y a miel,

a hierbas del monte

y a flores también.


En esto amanece

el sol ya se ve.

Montrisco ya vuelve,

ya sube otra vez.



martes, 15 de noviembre de 2022

El canto del arpista ciego




Cuando los arqueólogos descubrieron la tumba del alto funcionario Paatenemheb de la época de Akenatón (1353-1336 a.C.) en Amarna, encontraron grabado en sus paredes un hermoso y extraño poema junto a un bajorrelieve de un arpista ciego. Se le conoce como el Canto del Arpista, y en su primera línea se afirma que el texto está copiado de la tumba, dos siglos anterior, del rey Intef.

Este rey era posiblemente  Intef VII (Sejemra-Herhormaat Intef, de breve reinado, entre los años 1593 y 1588 a.C. sobre el Alto Egipto con capital en Tebas). Es el texto más antiguo de este tipo de composiciones que aparecen en tumbas, estelas y papiros, siempre junto a dibujos de arpistas ciegos. 

Son poemas y canciones que intentan tranquilizar al dueño de la tumba sobre su destino después de la muerte, a modo de alabanza. Sin embargo, el Canto del Arpista en la tumba del faraón Intef es extrañamente escéptico y pesimista sobre nuestro destino en el más allá y anima a disfrutar del presente, del día a día. Comienza de forma similar y casi con las mismas palabras que las "Coplas a la muerte de su padre" de Jorge Manrique para pasar posteriormente a proclamar el mismo mensaje del "Hoy comamos y bebamos que  mañana moriremos" de nuestro Juan del Encina. En resumidas cuentas, un antecedente luminoso del "Carpe diem" latino. ¿No sorprende que algunos hombres adoptaran esta filosofía desde tiempo inmemorial? Y más aún: ¿Cómo es posible que osaran expresarla en una civilización donde el culto a la muerte y el más allá era más que una creencia: una religión en esencia? Nos encontramos ante un poeta blasfemo, pero valiente y lúcido.


Esta es una adaptación de una de las traducciones existentes. 

Una tras otra, todas las generaciones mueren y otras ocupan sucesivamente su lugar. Los dioses que reinaron antiguamente reposan en sus pirámides; los nobles y favorecidos por la fortuna en vida, están ahora enterrados en sus tumbas. Sus moradas desaparecieron de su emplazamiento ¿qué fue de ellas?

He leído las palabras de Imhotep y de Hardeder citadas en los proverbios: ellas han sobrevivido a todo; pero ¿qué fue de sus posesiones? Los muros de sus palacios se han desplomado, sus títulos han desaparecido como si nunca hubieran existido: ninguno vuelve de allá abajo y nos cuenta cuál es su suerte, sus necesidades... nada tranquiliza nuestro corazón sobre el camino que siguieron.

Que tu corazón, por tanto, se apacigüe. El olvido es misericordioso. Obedece a tu instinto tanto como te sea posible: Unge tu frente con mirra, vístete con lino fino, perfúmate... rodéate de las maravillas reservadas a los dioses. Disfruta, no dejes que tu corazón languidezca. Alcanza tus deseos y tu felicidad, colma tu destino sobre la tierra. No pienses en la muerte hasta el día de su encuentro inevitable. En el día señalado tu grito no te salvará de la tumba; pero te quedará el resto para ser disfrutados. Haz, pues, del día una fiesta y nunca te hartes gozar. Mira: ¡nadie se lleva consigo sus bienes, ninguno vuelve de los que se han ido!

domingo, 22 de mayo de 2022

No cortaré la flor

No cortaré la flor




No cortaré la flor porque sea bella

ni me llevaré su olor aunque me embriague;

la dejaré en el rosal, es donde ella

es feliz, sin que la roben ni la apaguen.


No callaré las risas, las estrellas

de alegría chispeante aunque me agrade

no quebraré la garganta a la doncella

que ríe, que canta y que te atrae.


No clavaré por el pecho la pequeña

mariposa tan hermosa, aunque me pague

con oro algún museo, alguna reina,

algún coleccionista que la guarde.


No cazaré el pájaro que en aquella

rama con sus trinos nos distrae;

no habrá jaula ni prisión porque descuella 

por cantar; no lo encierro bajo llave.



domingo, 8 de mayo de 2022

El ojo que ves

NOTA DEL AUTOR.

Sobre un proverbio de Antonio Machado en Nuevas canciones, publicado en 1924, construyo este poema en mi convalecencia tras la operación de un agujero macular. La operación resultó complicada y finalmente resultó una pérdida de visión considerable. Cabeza abajo y con dificultad para ver y sujetar el papel, escribí estos versos.

Respondo con ella a todos aquellos que me manifestaban lo bien que veían mi ojo recién operado (apenas con un ligero derrame); mientras yo les intentaba explicar que, por dentro, en mi retina no veían nada en la zona de máxima definición: la mácula.  


El ojo que veis no es

ojo porque tú lo veas:

es ojo porque te ve. 


Ojo verde este que veis

que mira ya sin que os vea

advierto si no no sabéis.


No mires que lo que ves

no es la parte que recrea

el mundo puesto al revés. 


Es ciego, tú no lo ves;

solo ves lo que está fuera

lo de dentro no, ya ves.


Por más que mucho miréis

nada veréis desde afuera:

mi daño no notaréis.


De mis ojos no sabéis 

más que el aspecto de fuera

(por dentro, vos, no los veis)


De mi ceguera diréis:

¡No es para tanto, exagera!

Mirad sus ojos ¿los veis?


Y es el caso, yo lo sé,

que existen otras cegueras

con esta nada que ver.


No juzguéis, si no sabéis.

No juzgues lo que no veas

si no puedes ver a través.


Por más que ciego me halléis;

tal vez me aplique y yo vea

las cosas que vos no veis.


Por el apoyo que des:

¡gracias! y al que se ceba 

en mi dolor ¡que le den! 


Consejo: que valoréis

el sentido que "recrea". A

Santa Lucía recéis.



domingo, 6 de marzo de 2022

El pobre Casado cesó.

El pobre Casado cesó.


El pobre Casado,
vencido y cansado,
cesó.

Y fue en diferido
por no ser herido;
cesó.

Todos los barones
toman posiciones:
cesó.

Y Núñez Feijó
al trapo le entró;
cesó.

Aunque lo ocultase
(lo saben las bases)
cesó

Lidiar con Ayuso
(qué tonto, qué iluso);
cesó,

La mala de Ayuso
(la pérfida incluso)
le echó.

miércoles, 19 de enero de 2022

Carita de sueño (villancico)

Como en los últimos años quería hacer un villancico estas Navidades. Una grave enfermedad de mi padre me impidió ponerme a ello. Pero resuelta satisfactoriamente la situación, encontré tiempo y tranquilidad para componer mi villancico anual. Lo hice con la deliciosa música de Leonard Cohen en su canción "Sister of Mercy". Es una lástima que mi oído (y por tanto mi voz) sea defectuosa porque me encantaría cantarlo yo mismo.
Sea como sea ahí os lo dejo. Disfrutadlo. El contenido se inspira en el nacimiento del hijo de mi sobrina y las fotos y videos en formato cómic corresponden a su nacimiento y su primer año y medio de vida.

 
CARITA DE AMOR (Villancico)
(Música de Leonard Cohen en "Sister of Mercy"

* * * * * * * *


Y el pequeño parece que sueña (carita de amor)
María y José, con la mula y el buey dan calor,
Ya se fueron los reyes y ya solo queda un pastor...
"Que se duerma que está muy cansado!" les dice el doctor.

-El niño (carita de sueño) ¿Cuándo despertó?
-¡Mandad unas fotos, o algún video de hoy, por favor!
¡Mírad que gracioso jugando! - le encanta el balón.
¡Contemplad como ve los dibujos en la televisión!

-¿Qué le pasa? (carita de espanto). - Que tiene un flemón.
-Que le salen los dientes y el pobre me llora un montón.
-¡Ay, de mi chiquitín, pobrecín! ¡Haced algo, por Dios!
¡Abrazarlo! ¡Cogerlo en los brazos! ¡Y besadlo! es mejor.

¡Ay, mi niño, mi niño querido (pongo un corazón)
lo más guapo del mundo (ahora busco y elijo una flor)
Lo quiero y me lo como (y le pongo este guiño de humor)
¡Oue me embruja! ¡Me trae de cabeza! Loquita que estoy...