Pobre manutención (Homenaje a Javier Krahe)
Buscaba algún poema que me izara a las alturas,
ser un genio del verso, de la literatura;
soñaba que cantando alcanzaría la fama:
sería pan comido follar con cualquier dama.
Y aunque rocé la cuestión
nunca alcancé la misión:
conseguí solo manutención.
Quería seducirlas y se me iba la olla,
siempre que lo intentaba hacía el gilipollas.
¡Ay, madre que talento, para hacerlo tan mal:
siempre metía la pata y quedaba fatal!
Y aunque rocé la cuestión
nunca alcancé la misión.
conseguí solo manutención.
¡Cuánto me esforzaba por llegar a la gloria!
¡Cuánto trabajaba por figurar en la Historia!
Apenas dormía, casi no pude comer;
hasta estuve a punto de morir, de fenecer.
Y aunque rocé la cuestión
nunca alcancé la misión.
conseguí solo manutención.
Me llaman poetastro pero mi vida es dura;
para sacar un verso, mil van a la basura,
Soy tan perfeccionista que hacer una canción
me cuesta unos cien güisquis y tabaco a mogollón.
Y aunque rocé la cuestión
nunca alcancé la misión.
conseguí solo manutención.
Pensaba ser astuto, resulté ser cuervo ingenuo;
pensé cambiar las cosas por medio de mi ingenio:
Al jefe de la tribu le hablé de no tratar:
casi me cortó el pico, nunca me dejó en paz.
Y aunque rocé la cuestión
nunca alcancé la misión.
solo veto en la televisión.
Es una historia triste, y tal vez antipática,
es una vida dura y también dramática:
tener que pelearse con toda una nación,
tener que hacer el indio casi en cada canción.
Y aunque rocé la cuestión
nunca alcancé la misión.
casi acabo cantando en prisión.
Quizá acabe mis días ardiendo en una hoguera:
la de las vanidades, eso pasa a cualquiera;
el horno crematorio te llegará al final
aunque mueras de infarto, te va dar igual.
Y aunque rocé la cuestión
nunca alcancé la misión.
conseguí solo manutención.
Ardiendo finalmente en el horno crematorio
heredas mis papeles están en mi escritorio:
la foto de Jacinta y la investigación
sobre los tamaños de mi flácida cuestión.
Y aunque rocé la cuestión
nunca alcancé la misión.
conseguí solo manutención.
Te dejo mi ironía la lego en usufructo:
disfrútala con mimo, no lo hagas a disgusto,
ríete conmigo de la inmortalidad
quédate con Dios: ¡a mi dejadme en paz!
Y aunque rocé la cuestión
nunca alcancé la misión.
y casi morí por inanición.
CANCIÓN