Je suis Charlie
Morir de risa no era eso.
Alá no esperaba esta visita:
en el Yanna esperan, sin su cita,
los mártires del horror y del exceso;
culpables, eso sí, de humor impreso.
Triste Charlie Hebdo, ya sin ellos,
la revista de la risa se trastoca:
nadie ríe el ingenio de la broma.
En su cielo, se mesa los cabellos
el profeta avergonzado de Mahoma.
Si poner la mordaza pretendían
no acertaron, por millones
de sus casas han salido, corazones
heridos que curan sus heridas
gritando en las calles mil razones.
Yo soy Charlie y así todos culpables
defendiendo nuestra risa en la tristeza
nos alzamos ante un dios intolerante:
un dios que condena a la pobreza
vuestras mentes, el dios del ignorante.
Adoráis un Dios intransigente
que no sabe perdonar ni que sonríe.
Sabed que Dios ni quita ni requisa
la vida por burlarse de su nombre,
porque Dios, pobre mortal, también es risa.
CANCIÓN
El atentado contra Charlie Hebdo, semanario satírico francés, fue un tiroteo llevado a cabo en París el 7 de enero de 2015. Los terroristas mataron a doce personas e hirieron a otros once al grito de «Al·lahu-àkbar» (‘Dios es [el] más grande’) durante el ataque.
ResponderEliminarPoco después escribí este poema en homenaje a los asesinados culpables de "humor impreso", como digo en la canción.
La pieza mezcla hábilmente, como corresponde a la profesión de los ejercicios, un humor ácido con una crítica demoledora al fundamentalismo religioso de los asesinos.
Pedí a Suno una melodía con sones arábigos y encontré este estilo con aire tuareg que le va muy bien.
Una canción que merece la pena. No te la pierdas.