Tanto sueño me dio Dios
Tanto sueño me dio Dios
que me dormí siendo dos.
Aunque ella me besaba
y de deseos temblaba
Tanto sueño me dio Dios
que me dormí siendo dos.
Me abrazaba suspirando
y yo la estaba apartando
Tanto sueño me dio Dios
que me dormí siendo dos.
Y bañado en su cabello
tan perfumado y tan bello:
Tanto sueño me dio Dios
que me dormí siendo dos.
Y sus labios embriagados
contra los míos cerrados:
Tanto sueño me dio Dios
que me dormí siendo dos.
Con sus dedos las caricias
un tejido de delicias:
Tanto sueño me dio Dios
que me dormí siendo dos.
Y sus senos delicados
abiertos me los ha dado:
Tanto sueño me dio Dios
que me dormí siendo dos.
De deseos entregados
olvidando ser pecados:
Tanto sueño me dio Dios
que me dormí siendo dos.
Y sus caderas inquietas
contra las mías muy prietas:
Tanto sueño me dio Dios
que me dormí siendo dos.
Adorado en carne viva
refrescado en su saliva:
Tanto sueño me dio Dios
que me dormí siendo dos.
De un oscuro manantial
brota un deseo animal:
Tanto sueño me dio Dios
que me dormí siendo dos.
Con gemidos me ha pedido
pero no la he respondido:
Tanto sueño me dio Dios
que me dormí siendo dos.
Con las luces de la aurora
de marchar llegó su hora
Tanto sueño me dio Dios
que me dormí siendo dos.
que me dormí siendo dos.
CANCIÓN
Un poema irónico, gracioso y un punto rompedor. La declaración culposa de dormirse justo en el momento de alcanzar la gloria nos entrega la imagen, tan humana, de no saber aprovechar los buenos momentos que nos depara la fortuna. Afortunada también la melodía que adapta Duno a la composición. Disfrútalo!
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