jueves, 6 de marzo de 2025

Soneto a unos huesos perseguidos

 Soneto a unos huesos perseguidos


Si un vago fulgor de mis huesos resplandece
y al polvo de mis restos pone nombre,
si antiguas pistas del que fuera un hombre
confirmaran que a mí me pertenecen;

¡Qué más da! Ya nada me envanece,
ya no hay nada en este mundo que me asombre,
ya no importan ni la fama ni el renombre;
solo importa que alguien llore y alguien rece.

Tomad mi cuerpo, que también lo hicieron
la bala de arcabuz, el moro fiero,
las mazmorras de Argel, la cárcel fría...

Jugad el puzle de la osamenta mía:
mi espíritu libre, burló al sepulturero,
en los sueños de un viejo caballero.

CANCIÓN

2 comentarios:

  1. Soneto muy logrado escrito en el estilo Quevedo de "Amor constante, más allá de la muerte". Comparte con estrofas, formas barrocas y parte del tema. Pero en este caso, en vez de una declaración de amor eterna, se trata de una reflexión "post mortem" de nuestro genial Primer escritor Miguel de Cervantes que nos habla desde la tumba a propósito de la celebridad y la gloria efímera.

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  2. El origen del poema está en los estudios sobre los gestos de la cripta de Las Trinitarias, en el Barrio de las Letras, en Madrid. En marzo de 2015 los investigadores que habían seguido durante diez meses la huella de Cervantes confirmaron el hallazgo de sus restos. Estos estaban incompletos, deteriorados y mezclados. Este "totum revolutum" nos habla desde la tumba con humildad y no resignación, añorando solamente un mínimo recuerdo y una oración.

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