Son las tardes de hospital
regalos a los enfermos:
medicinas, tratamientos,
es apoyo emocional...
Que muchas veces el mal
aqueja menos a un miembro
(que al final quedará yermo)
que al alma, que es celestial.
Por eso muy bien, Manuel.
Gracias por tu compañía,
tu charla le sabrá a miel.
Que al final, en esta vida,
contará en definitiva
el tiempo estado con él.
Inspirado por una entrada del blog "El entrenador soñador" de Manuel. Y efectivamente, las tardes de hospital son eso.
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