lunes, 30 de mayo de 2016

En el cuarto penalti


En el cuarto penalti,
tras el disparo fallido, 
te echaste a llorar.

Un mundo reventado:
un planeta que estallase
causaba menos dolor.

La copa de plata 
con néctar ajeno,
se llenó de hiel.

Todo un sinsentido,
cósmica injusticia, 
venganza divina fue.

El sofá se humedeció
con lágrimas infantiles,
femeninos sollozos, 
llantos masculinos;

De la alfombra se alzaron 
ladridos lastimeros,
maullidos tristes;
mudos trinos de un canario.  

Con el alma rota,
y el rostro hundido, 
levantaste del sofá. 
Colgaste tu camiseta,
abatida bandera  rojiblanca,
en la percha del rincón. 

Tras la ventana
las miserias del mundo
envidiaban tu pena. 

Haiku 87


El territorio
ilusión de la hormiga
yo anhelo el aire.

domingo, 29 de mayo de 2016

viernes, 27 de mayo de 2016

miércoles, 25 de mayo de 2016

lunes, 23 de mayo de 2016

sábado, 21 de mayo de 2016

Agua desbocada


Ahora que rebosa el manantial 
y corre el agua desbocada
y  se arroja con furia criminal 
con estruendo en la cascada
sin pensar que sienta o haga daño.

Antes que baje la espuma
ve a probar su sabor efervescente;
descubrirás un aroma extraño,
un gusto especial y diferente:
el aliento de la vida y de la pluma. 

Haiku 76



Pidió ya harta
los pétalos robados
la margarita.

miércoles, 18 de mayo de 2016

lunes, 16 de mayo de 2016

Haiku 71


Tras la cancela
el fiero y viejo perro
ya no me labra

¿Para qué sirve un poema?


Un poema sirve para pensar:
lo construyes en tu mente
convocando los recuerdos,
ordenando las ideas,
probando alianzas de razones
que buscan maridajes perdurables.

Un poema sirve para sentir:
es barajar emociones;
mostrar afectos, 
repartir penas,

regalar alegrías, 
acercar caricias
y jugar con las sorpresas.

Un poema sirve para curar;
es terapia de papel y pluma,
receta de los milagros...
El principio activo de los versos
es la humilde medicina del alma,
dosis de palabras que alivian y sanan;
conjuro en papel que vivifica el espíritu.

Un poema sirve para hablar
en primera o segunda persona:
contigo, con Dios, con uno mismo;
con él desconocido que se hace tú;
con otro yo, o yo mismo en todo tiempo.

Un poema sirve para soñar,
para armar edificios imposibles,
para imaginar lo que nunca vimos, 
y dibujarlo en el papel con las estrofas;
para iluminar lo que se apagó
para apagar lo que brilla demasiado.

Un poema sirve casi para cualquier cosa; 
pero no vale para hacerse rico,
ni perseguir la gloria en el instante,
solo, acaso, para vivir pobre,
para tener poco, 
para luchar mucho y 
para ser el secreto guardián
de una rara felicidad.

domingo, 15 de mayo de 2016

sábado, 14 de mayo de 2016

jueves, 12 de mayo de 2016

miércoles, 11 de mayo de 2016