jueves, 22 de septiembre de 2016

Metros atípicos: La sucesión de Fibonacci


No, 
sí, 
nada
seguro
en esta vida
salvo las matemáticas
como la hermosa serie de Fionacci:
entre la bella caracola de un nautilus
los números arquitectos
trazan la vida 
diseñan
formas:
son
Dios

2 comentarios:

  1. No. Sí. Nada.
    ¡Qué monada!

    ¡Feliz otoño!

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  2. Por si, extraña casualidad, no conocéis la "sucesión de Fibonacci" (¿Quién no ha leído "El código Da Vinci" "El Ocho" y tantos otros que lo comentan dentro de sus argumentos?) se trata de una sucesión reglada de números con la curiosa propiedad de que el siguiente es la suma de los dos anteriores comenzando por 0 y 1 (por eso mismo no puede llamársele serie: porque los dos primeros elementos no cumplen esa ley). Estos son los números fibonacci: 0 , 1 , 1 , 2 , 3 , 5 , 8 , 13 , 21 , 34 , 55 , 89 , 144 , 233 , 377 , 610 , 987 , 1597... Parece una juego matemático sencillo e intrascendente; sin embargo asombra descubrir que representa el desarrollo de muchas de las estructuras de la naturaleza, incluso tiene que ver con la razón áurea que rige el canon de belleza y proporción en numerosos elementos en el arte.
    Quise hacer un poema siguiendo la métrica de esta sucesión. Ha salido un regular intento. Se puede hacer mucho mejor, pero es un ejercicio. Como curiosidad he de decirte que muchas obras de arte, incluso en la música, siguen las indicaciones de esta serie...¿por qué no en la métrica y el ritmo de la poesía?

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