domingo, 22 de mayo de 2022

No cortaré la flor

No cortaré la flor




No cortaré la flor porque sea bella

ni me llevaré su olor aunque me embriague;

la dejaré en el rosal, es donde ella

es feliz, sin que la roben ni la apaguen.


No callaré las risas, las estrellas

de alegría chispeante aunque me agrade

no quebraré la garganta a la doncella

que ríe, que canta y que te atrae.


No clavaré por el pecho la pequeña

mariposa tan hermosa, aunque me pague

con oro algún museo, alguna reina,

algún coleccionista que la guarde.


No cazaré el pájaro que en aquella

rama con sus trinos nos distrae;

no habrá jaula ni prisión porque descuella 

por cantar; no lo encierro bajo llave.



domingo, 8 de mayo de 2022

El ojo que ves

NOTA DEL AUTOR.

Sobre un proverbio de Antonio Machado en Nuevas canciones, publicado en 1924, construyo este poema en mi convalecencia tras la operación de un agujero macular. La operación resultó complicada y finalmente resultó una pérdida de visión considerable. Cabeza abajo y con dificultad para ver y sujetar el papel, escribí estos versos.

Respondo con ella a todos aquellos que me manifestaban lo bien que veían mi ojo recién operado (apenas con un ligero derrame); mientras yo les intentaba explicar que, por dentro, en mi retina no veían nada en la zona de máxima definición: la mácula.  


El ojo que veis no es

ojo porque tú lo veas:

es ojo porque te ve. 


Ojo verde este que veis

que mira ya sin que os vea

advierto si no no sabéis.


No mires que lo que ves

no es la parte que recrea

el mundo puesto al revés. 


Es ciego, tú no lo ves;

solo ves lo que está fuera

lo de dentro no, ya ves.


Por más que mucho miréis

nada veréis desde afuera:

mi daño no notaréis.


De mis ojos no sabéis 

más que el aspecto de fuera

(por dentro, vos, no los veis)


De mi ceguera diréis:

¡No es para tanto, exagera!

Mirad sus ojos ¿los veis?


Y es el caso, yo lo sé,

que existen otras cegueras

con esta nada que ver.


No juzguéis, si no sabéis.

No juzgues lo que no veas

si no puedes ver a través.


Por más que ciego me halléis;

tal vez me aplique y yo vea

las cosas que vos no veis.


Por el apoyo que des:

¡gracias! y al que se ceba 

en mi dolor ¡que le den! 


Consejo: que valoréis

el sentido que "recrea". A

Santa Lucía recéis.