jueves, 20 de octubre de 2016

Nobel para un juglar



Mi sorpresa fue mayúscula:
Tantos años escuchando su canción
cantándola arrobado en mi banco.
Tantas almas al unísono rezando,
Tantas ofrendas del pan...

Mi sorpresa fue mayúscula:
La melodía era robada,
la letra una impostura;
el cantante ni existía,
su poema no importaba

Mi sorpresa fue mayúscula:
Su voz nasal sonaba sacrílega,
su forma de tocar irreverente,
heréticos sus orígenes judíos,
¡Aquel hombre no pudo componerla!

Mi sorpresa fue mayúscula:
Canté una canción protesta,
Alguien me engañó en la iglesia,
Las ancianas que cantan no lo saben:
hacen coro a un fumador de porros.

Mi sorpresa me hizo curioso:
nuevos oídos escucharon la canción,
ojos nuevos leyeron el poema.
Puse rumbo a las baladas nuevas,
y aprendí a escuchar su voz nasal.

Mi sorpresa creció con los años:
Tantos poemas fascinantes,
Tantos viejos poemas renovados,
Deslumbrantes, originales poemas...
entre tantas esperas impacientes.

Hoy mi sorpresa fue mayúscula
premiaron al juglar en Estocolmo:
¡Cuánto tiempo hubo de pasar
hasta que aprendieron a escuchar!
Mi sorpresa fue mayúscula
mi alegría inmensa:
premiaron a un juglar,
premiaron a un poeta.

1 comentario:

  1. Nunca había leído (no conozco el idioma inglés) la letra de los poemas de Dylan. Con motivo de la concesión del Nóbel busqué traduciones y leí algunos. Me sorprendió el estilo que descubría en aquel momento y la forma de expresar sus sentimientos e ideas. Compuse inmediatamente un poema imitando su forma de componer... (para mi gusto)no salió mal del todo.

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