Yo reclamo aquí la paz
Tras Zaid, niño gentil,
corren hijos de zelotes;
juegan a ser soldadotes
de un ejército infantil.
Le acusan de que su primo
un árabe más mayor,
una niña violentó:
a la hija de un rabino.
- ¿Y por qué me golpeáis?
Yo la culpa no la tengo
¿Me castigáis porque vengo
cada día aquí a jugar?
Una lluvia de pedradas
le contesta con fiereza.
Llora, protesta, se queja;
más la gente no hace nada.
Jesús, que todo lo ve,
ve también una amenaza:
el presente de hoy en Gaza
será el futuro también.
De callarse es incapaz;
grita: ¡Atrás, él es mi amigo!
Es injusto este castigo:
¡Yo reclamo aquí la Paz!
VERSIÓN 1
VERSIÓN 2
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