VILLANCICO DEL PASTORCILLO SORDO
¡Gloria en las alturas!
Los ángeles cantaban
Pero él no lo oía.
El pastor que no hablaba
cuidaba sus ovejas
mientras dormitaba...
Corrían los pastores.
Los corrales cerraban.
Dejaban los fuegos.
Pellizas se echaban.
Y no los oía...
seguía ante fuego
mirando las llamas...
Pasaron camellos.
Al trote marchaban.
Redobles de cascos
en piedra sonaban.
y yo no los oía...
Pasaron los reyes,
justo a sus espaldas.
y no los oía
desde su majada...
Soldados de Herodes,
que se apresuraban.
Juntos los escudos,
prietas las espadas.
¡Y él sin oírlos.
Sólo dormitaba...!
Pasó un borriquillo.
Montaba una dama
con un niño en brazos
al que amamantaba
camino de Egipto.
José los guiaba.
y no los oía...
Todo parecía
una noche en calma.
Pobre pastorcillo,
no se entera nada:
perdió la noticia
que más importaba...
Pero cuando sólo
silencio quedaba
vio brillar la estrella
sobre la montaña.
Un Belén de luces
se instaló en la campa
Y aquel pastorcillo
Supo qué pasaba...
Se acercó hasta el niño
sin decirle nada:
Caricia en sus manos,
canto en su mirada,
un beso en la frente
muy suave le daba
las flores del campo
se las regalaba...
Con cuatro sentidos
(porque no escuchaba)
tan multiplicados
así le adoraba.
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