Yo fui casa con fachada,
(ahora estoy destartalada)
con tejado reluciente,
con adobes alineados
(ahora ya están desdentados
y tengo el techo al relente)
Aquí vivieron señores
(ahora solo unos pastores).
Tenía una chimenea,
mesa, cama y una alfombra
(solo ya quedan las sombras
que espantan con una tea)
Ahora siempre estoy abierta
(porque ya no tengo puerta)
y en la paja que aquí veis
agitada por el viento,
y que será su sustento,
duerme una mula y un buey.
Pero acojo unos viajeros
(está cerca el mes de enero)
y la mujer ha parido
entre montones de paja
un niño, un Dios, una alhaja...
Y yo me convierto en su nido.
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