martes, 8 de diciembre de 2020

¡Dónde vas, calamidad!


¿Dónde vas, calamidad?

- ¿Dónde vas, calamidad, 
con la que está cayendo?

- Voy un momento al portal
que está naciendo.

- Espera un poco, zagal,
que cambie el tiempo.

- Yo no espero, nació ya
hace un momento.

- ¿Y no puedes esperar?
¡Recobra aliento, 
el niño no va a escapar!
¿Saldrá corriendo?

- Lo siento, me marcho ya.
que estoy sufriendo
por no poderle adorar;
no tengo tiempo.

- Yo no te espero a cenar, 
me estoy durmiendo...

- Tú puedes irte a acostar,
yo me estoy yendo...

El pastor llega al portal,
está lloviendo...
Está mojado, es igual, 
seco por dentro.

Aunque el tiempo está muy mal
está contento,
al fin le puede adorar
sin contratiempo.

¡Cómo arrecia el temporal
cómo está el tiempo!
Su mujer sale al final,
sale a su encuentro.

Apenas pasa el umbral
derrumbamiento:
un accidente letal
estando dentro...

- Gracias, mi Dios, celestial;
yo me arrepiento.
Que me he portado fatal:
¡Señor, lo siento!

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